Kurtyka, el arte de la libertad

Kurtyka, el arte de la libertad

Título: Kurtyka, el arte de la libertad
Autor: Bernadette McDonald
Año: 2018
Título original: The Art of Freedom
Idioma original: Inglés
Primera edición en español: febrero de 2018
Traducción: Rosa Fernández-Arroyo

Es una pena, sí, es una pena que Voitek no haya escrito él mismo su biografía. Messner, Bonatti, Diemberger, Juanjo San Sebastián y otros muchos alpinistas y escaladores han contado las historias de sus vidas continuamente relacionadas con las montañas. Serán sus escritos más o menos correctos, nos podrán gustar más o menos, ya sabemos que ser buen deportista no implica saber escribir bien, pero todos ellos tienen la pasión de los momentos vividos en lugares alejados y peligrosos, instantes que son intransferibles; por esto estamos hablando de montaña, que tiene un componente muy vivencial, y no de cualquier otro deporte.

 

Voitek es uno de los más grandes alpinistas de todos los tiempos, no cabe duda. Podía haber escrito sus escaladas, ya ha demostrado que sabe escribir lo suficiente como para contar lo que quiere contar. Tal vez su problema hubiese sido el perfeccionismo, que nunca hubiese acabado de relatar, porque siempre estaría retocando, mejorando, pensando cada palabra, cada idea. Pero no importa, ni que fuera una obra inacabada, ni que no llegase a escribir nada. El problema actual es que queremos tenerlo todo cuadriculado, todo explicado, pero es indiferente que ciertas historias se pierdan, no estamos obligados a contarlo todo (suponiendo que eso se pudiera hacer). Las vías, y como se escalaron, de Voitek ahí están, que es lo que realmente importa, ese es su legado.


La biografía de Kurtika, que tenemos aquí, no es de primera mano y por tanto pierde parte de su fuerza, es como un producto adulterado. No es una biografía cualquiera, es la de alguien que se busco a si mismo, y que en cada instante no se conformo con lo que ya tenia y quiso ir más allá; ese constante preguntarse ¿por qué? solo puede contarlo quien la ha sufrido. Lo demás son aproximaciones o suposiciones, es como ver algo a través de un lente deformador. Conforme he leído el libro he ido subrayando los pasajes en que se cita a Voitek, que son los que al fin y al cabo más me interesan. Al final es lo único salvable, lo único que está vivo.


Cuando empecé a leer el libro estuve en un tris de arrojarlo al fuego, era invierno y me hacia falta lumbre. No tan solo no son las palabras de Voitek, si no que además quien lo escribe no es precisamente ningún superdotado de la lengua escrita. Voitek tal vez hubiese sido demasiado frio, duramente esquemático, preciso hasta el agotamiento… pero de momento no lo sabemos, ya seguramente no lo sabremos nunca. Bernadett sin duda habrá hecho un buen trabajo de investigación y de recopilación, como lo realizo en sus dos libros: Escaladores de la libertad y  Guerreros alpinos (aunque su argumentación para realizarlos de que eran historias que se perderían no es totalmente cierta, ahí están todas esas vías sin repetir y que los alpinistas conocen y desearían poder ascender). Aunque ella tenga sus fans incondicionales, su terreno, por lo menos en este caso, no es la pluma. Literariamente el libro de Kurtyka es bastante flojo, sobre todo al inicio, después uno se acostumbra a lo que hay. Ya empezando por el propio título, casi una repetición del usado en el libro de los polacos. Después vienen, las citas al inicio y dentro de cada capítulo; cuando alguien no sabe que argumentar cita a otros constantemente para rellenar algo que no es capaz de explicar por si mismo (aparte las tesis que son otro juego del lenguaje), pero lo que aún es peor es que alguna de ellas está repetida en sus otros libros. Todo ello nos da una pobreza imaginativa importante. Existen también opiniones personales que Voitek jamás se atrevería a ratificar, sin duda Bernadett lo ha hecho con buena intención; pero el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones. Y cuando intenta hacer una descripción, por suerte lo pretende pocas veces, no dice absolutamente nada línea tras línea. Y ya para terminar la adjetivación desmesurada e innecesaria, no por poner más adjetivos o más grandilocuentes mejora un texto. Si quien contase la historia de Voiteck fuera un gran escritor, por lo menos, tal vez se leería con placer. Aquí solo nos queda el esqueleto que son sus ascensiones. A todo este desbarajuste también ayuda la traducción o la falta de una revisión técnica adecuada, en ocasiones hay algunas palabras que nos chirrían profundamente.

 

¿Por qué Kurtyka a cedido a este juego? Puesto que ha tenido amplias conversaciones con Bernadett habrá visto el resultado final, tal vez todos en determinado momento nos cansamos de decir no y Voiteck se ha declarado muchas veces partidario del no. Pero esta vez a cedido. Desgraciadamente a pesar de ser uno de los grandes del himalayismo el libro no me ha emocionado. Hace poco he leído otras dos biografías, una me ha hecho sonreír, la otra ha hecho que me suden los dedos (la bomba mágica de Voitek, de su libro El maharajá chino), por desgracia el libro de Kurtyka me ha dejado indiferente.

info@edicionesverticualidad.com