El nazi de Siurana

El nazi de Siurana

Título: El nazi de Siurana
Autor: Toni Orensanz
Año: 1ª Edición enero de 2016
Idioma original: Catalán

En ocasiones la relación de un libro con la montaña no es evidente, no es directa, o por lo menos da un rodeo por los márgenes de la vida. Pero si hablamos de este libro es porque si que existe tal relación.

El nazi de Siurana es la historia de Jean Buyse, oficial de la SS y colaboracionista belga en la segunda guerra mundial. Fue juzgado y condenado al finalizar el conflicto, pero logro evadirse y tras cruzar Francia se estableció en España. En un primer momento  pensó seguir camino hacia Sudamérica, como hicieron otros nazis, pero el paraguas de la protección del régimen franquista fue suficiente como para decidirle a quedarse en Barcelona primero y Siurana después.

Si la historia nos interesa es porque Jan Buyse fue el promotor y creador del grupo que catalogó los tres miles de los Pirineos. Y más importante, porque en la historia también se cruzan los hermanos Ravier.

El libro como tal es un poco tedioso. Toni Orensanz, el autor, logra llenar casi 300 paginas de una historia, tal como la cuente él, a la que le sobra la mitad del texto. La obra tiene una importante labor de investigación, tal vez es lo más significativo. Pero al relatarla lo hace de una manera poco amena. Tiene un par de toques de ficción, que no se sabe bien a que vienen, que son unos textos postizos dentro de la obra. Algunos temas son repetitivos así como algunas frases, y las digresiones, alguna que ciertamente podría ser interesante, acaban siendo insulsas y descafeinadas.

La parte que nos interesa es en la que son nombrados los hermanos Ravier y algunas reflexiones en torno a su postura. Todos queremos ser algo en la vida, pero pocas personas son lo suficientemente coherentes y honestas para serlo, los demás nos movemos en la gran masa mediocre, oportunista y efímera. Los Ravier se salieron del grupo de los tres miles porque tuvieron noticia del pasado de Buyse, y consideraron que tal persona no podía dirigir un grupo que pretendía representar la esencia del pirineismo, es decir, ser una imagen de la montaña humanista. Los Ravier fueron criticados y nadie más, ni del grupo ni de instituciones gubernamentales o federativas dijo nada a pesar de que las cartas cruzadas entre los miembros del grupo demuestran que quien quiso se entero de lo que ocurría. Este libro ha salido a la venta en enero del 2016 y no he tenido noticia de que ningún estamento oficial haya hecho referencia a lo que se dice en él. Conociendo ahora el pasado del equipo de los tresmiles se comprenden mejor algunas de las posturas y polémicas intransigentes que hubo en el seno del grupo, sin quitar valor al trabajo realizado.

La postura de los Ravier nos hace plantearnos varias reflexiones. Para el mundo Buyse cuando murió en el 2002 (y había gente que ya sabían de su pasado) representaba unos valores: Con él se van los valores de los hombres de principios del siglo pasado, la integridad, el coraje, la amistad, la verdad˝. Para los Ravier: “Tiene que comprender el juicio que nos merece aquel triste periodo de la historia y las personas cómplices de aquella siniestra locura”. ¿Por qué solo los dos hermanos pusieron las cartas sobre la mesa? ¿El resto de personas que rodeaban a Buyse qué pensaban? Si es que pensaban algo. O simplemente siempre resulta más cómodo no complicarse la vida.

Aquí y en este momento no vamos a entrar a desarrollar todos los pros y contras de los comportamientos éticos y sociales de las personas. Solo apuntar que Buyse, actuó, no pago su deuda con la sociedad (fue condenado y se evadió) y nunca se arrepintió. Cabe preguntarse si se puede ser totalmente impune en este mundo si detentamos el poder suficiente, y ya estoy reflexionando sobre el día a día, no solo de la guerra mundial. Pues parece ser que sí, la mayoría mirará para otro lado, solo unos pocos levantaran la voz; los que quieren ser justos con las olvidadas victimas. Y si en algún momento hay un grupo importante de denuncia, entonces sí que todos nos subiremos al carro de la mayoría. Si pensamos un poco más nos surgen un sin fin de cuestiones: ¿Hay delitos que socialmente pueden prescribir? ¿Determinados delitos socialmente inhabilitan para determinados cargos? El perdón ¿cuándo se da? o ¿quién lo da? y ¿hasta donde puede llegar? Cuándo el crimen es de masas, queda disuelto en el anonimato, ¿nadie es culpable? o ¿lo somos todos? Realmente la guerra mundial creo varios problemas éticos que aún no hemos sido capaces de resolver.

Jordi Corominas

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