«Yo no iba a la montaña para morir. Iba para vivir, inmerso en la belleza de la naturaleza, lejos de la contaminación social, de las sofocantes certidumbres y de las falsas seguridades. Era allí donde quería estar en aquel momento de mi vida, para perseguir los sueños y la inutilidad, cada vez más ligero. Había elegido una existencia aventurera y asumía la responsabilidad, sin valoraciones, fines, atajos o imposiciones, y sin reproche alguno».
Push, sería lo que en español en escalada gritamos para animar o animarnos: ¡Aprieta! Pero para Caldwell ese apretar va más allá del solo acto deportivo de llegar al límite. A su historia le sabe dar calor humano en todos los terrenos de la existencia, para él es la culminación de toda una vida luchando para superar sus propios límites e ir más allá.
Es una pena, sí, es una pena que Voitek no haya escrito él mismo su biografía. Messner, Bonatti, Diemberger, Juanjo San Sebastián y otros muchos alpinistas y escaladores han contado las historias de sus vidas continuamente relacionadas con las montañas. Serán sus escritos más o menos correctos, nos podrán gustar más o menos, ya sabemos que ser buen deportista no implica saber escribir bien, pero todos ellos tienen la pasión de los momentos vividos en lugares alejados y peligrosos, instantes que son intransferibles; por esto estamos hablando de montaña, que tiene un componente muy vivencial, y no de cualquier otro deporte.
La muerte acechando tras cada paso.
¿Por qué en ocasiones la placa de viento se rompe y en otras veces aguanta?
¿Por qué unos resbalan mortalmente y otros salvan la caída?
¿Es suerte, entrenamiento, destino?
Sentir de cerca el zumbido de la guadaña me permite vivir más intensamente, dándome cuenta de todo lo que poseo
Bernadette McDonald nació en 1951, en Biggar, Saskatchewan (en el centro de Canadá). Creció en una granja de la pradera. Parte de su educación se centró en la música, con especial énfasis en la música clásica contemporánea. Se trasladó a las montañas Rocosas canadienses en la década de 1970. Trabajo como voluntaria en el Banff Mountain Film Festival, lo que le dio un brusco giro a su vida. Durante 20 años ejerció como directora del festival y puso en marcha el Mountain Culture en The Banff Center. En el 2006 dimitió de su cargo de vicepresidenta del Mountain Culture para concentrarse en la escritura. Gracias a todos los años que trabajó en el Banff Festival Mountain a acumulado una gran experiencia en historia del montañismo y en la gestión de todo tipo de eventos relacionados con la montaña, conferencias, festivales, cine, congresos, exposiciones, etc.
En primer lugar habrá que tener en cuenta que Voytek Kurtyka (nacido en 1947 en Skrzynka, Polonia) es uno de los alpinistas más importantes de todos los tiempos. Piolet d’Or por su carrera en el 2016, su historial de escaladas y nuevas aperturas es apabullante. Escaladas realizadas en las principales cordilleras del mundo y centrándose en las montañas más altas de la tierra tanto en el Karakórum y como en el Himalaya. Siempre haciéndolo, dentro de este deporte del alpinismo, de una forma visionaria y con un estilo impecable y minimalista; es decir en grupos pequeños, trazando nuevas rutas, sin uso de oxigeno embotellado ni cuerdas fijas y escalando del tirón (sin campamentos prefijados). Arriesgando cuando era necesario y renunciando cuando consideraba que las condiciones no eran las ideales, de hecho en todas sus escaladas nunca tuvo ningún accidente.
En ocasiones la relación de un libro con la montaña no es evidente, no es directa, o por lo menos da un rodeo por los márgenes de la vida. Pero si hablamos de este libro es porque si que existe tal relación.
«Y a veces sueño con una casita en el campo y un príncipe azul. Pero en el fondo sé que no puedo; me falta valor para afrontar la vida cotidiana, la rutina de un trabajo o el compromiso de un amor; nací pájaro y miro con envidia a la gente que es feliz en la tierra, como el rebeco mira con nostalgia el vuelo de las águilas».
Miriam
Sin duda alguna ya solo este conocido título es la imagen más conseguida para explicar qué es realmente el descubrimiento de la montaña: Los conquistadores de lo inútil. Esta frase define perfectamente toda la ilógica aventura que supone el deporte del alpinismo, Terray supo ver esa banalidad que hoy en día llena el ego de tantos que quieren vender lo inaprensible de ese viento sutil de las cumbres.