¿Qué es «ALPINISMO»?
«Esta es mi costumbre, pero tú hazlo a tu modo».
Terencio, Heaut, I, 1, 28. Citado por Montaigne.
Cuando un grupo de «alpinistas» se junta, cuando el jurado del Piolet d’Or se reúne, no existe el problema de una definición de Alpinismo, ya que hay un acuerdo tácito sobre el significado de lo que se está hablando entre los practicantes de esta disciplina.
El problema surge cuando se quieren comparar distintas disciplinas de los deportes de Montaña y Escalada, cuando hay que realizar y contrastar distintos trabajos técnicos, cuando se quiere valorar la importancia de distintas actividades dentro del propio mundo de la montaña e informar al publico estándar de la sociedad. En esas ocasiones, y otras que puedan presentarse, hay un baile de nombres que llevan a la confusión y a veces al engaño, deliberado o no.
Por ello, en algunas circunstancias, tenemos que delimitar los conceptos para saber de qué estamos hablando. Lo cual no quiere decir poner limites al Alpinismo. La definición hay que entenderla como un ideal a alcanzar pero que en la realidad tendrá un amplio margen de mejor/peor realización, no se es alpinista al nacer al mundo de la montaña, uno se hace alpinista. El Alpinismo será lo que los alpinistas escalen.
Las palabras
«La diferencia entre la palabra adecuada y la casi correcta, es la misma que entre el rayo y la luciérnaga». Marc Twain.
No importa que palabra usemos, si Alpinismo u otra, si conseguimos delimitar en lo posible su significado y no confundirla.
Dentro de las palabras los rasgos semánticos (de significado) hay que imaginarlos como redes o telas de araña. Donde en el centro están los rasgos más distintivos pero en la periferia esos rasgos se comparten con el significado de otras palabras. Esos rasgos, más o menos compartidos, pueden alterar su importancia por factores socioculturales. También hay que tener en cuenta lo objetivo o abstracto que sea el significado de la palabra, cuanto más abstracto su definición será más ambigua.
Añadido a la complejidad de la delimitación conceptual, existen otras varias dificultades, por ejemplo: en los errores de transcripción de las grafías cuando se escribe en otro idioma que no es el propio, de traducción o interpretaciones de los textos (definición UIAA inglés/francés), además en el contexto anglosajón (más en Estados Unidos) se emplea la palabra mountaineering como sinónimo de alpinismo, y finalmente tenemos las variaciones lingüísticas dentro de cada lengua.
Otras cuestiones
Hay varias controversias que complican la definición y que merecen discusiones más extensas en otro lugar y en las que no se entrará:
- ¿El alpinismo es siempre un deporte?
- ¿Por qué se escala?
- Alpinismo como filosofía de vida.
- ¿Qué son las actividades realizadas bajo la contratación de un guía?
- ¿Se puede diferenciar entre turista, amateur, semiprofesional o profesional respecto a la actividad que realizan?
Compromiso
«La aventura más intensa que se puede vivir hoy está en la exposición, no en la posibilidad de caer, no en el frío, no en la superación de las dificultades. La exposición, que es asomarse a la pura infinitud, bajo la inmensidad del cielo, enfrentándose con las leyes de la naturaleza y siendo conscientes de que no hay apoyos externos; ésa es la dimensión con la que alcanzamos la comprensión de nosotros mismos». Reinhold Messner.
Alpinismo es el difícil equilibrio entre lo que el terreno montañoso nos exige (física, técnica, mentalmente) y hasta donde cada uno podemos llegar por nuestros propios medios. Se entiende el compromiso como el equilibrio entre el saber hacer con los mínimos recursos artificiales y las consecuencias físicas de los errores cometidos.
Como dice en su ensayo Lito Tejada Flores, Games Climbers Play 1967 (The Alpine Climbing Game) hay una limitación en el material y las reglas son restrictivas, nos hablan de lo que no se puede hacer. Cuanto mayor es el desafío, más reglas hay: «en el deporte super-alpino no se pueden utilizar cuerdas fijas, ni ayuda del exterior, no se pueden montar campamentos ni utilizar botellas de oxígeno» (Declaración del Tirol 2002 UIAA).
El compromiso y la seguridad son parámetros opuestos que el alpinista valora y sobre los que toma decisiones, teniendo en cuenta que la seguridad obtenida a base de más medios artificiales disminuye el compromiso y, por tanto, la calidad de la actividad alpina. Podemos decir, en la sociedad del siglo XXI, que lo peor para la moral privada del alpinista, es el hábito de la seguridad.
Incertidumbre
«Tales empresas requieren una creatividad más profunda: un equilibrio más tenue entre riesgo y resistencia; talento y visión; una disposición a aceptar que el control sólo puede ser una ilusión, que el éxito está determinado no por la cumbre, sino por los medios y que en ocasiones la supervivencia, puede ser la única recompensa». Voytek Kurtyka.
Alpinismo es moverse por el medio montañoso con una cierta falta de certeza, seguridad y fiabilidad. Es decir; no hay un control absoluto de la actividad. La experiencia nos hará elegir cuánto podemos arriesgar. El componente aventura es primordial para el alpinismo. Cuanto más conozcamos o preparada o equipada esté la ruta habrá menos aventura y por tanto menos alpinismo.
Por ello se progresa de primero, sin conocer la ruta (a vista), autoprotegiéndose principalmente; explorando nuevos lugares de la forma más autosuficiente posible y sin preparación previa, lo que en montañas lejanas se llama estilo alpino.
Todo esto es lo que hace que trazar una nueva ruta tenga más valor que una repetición de características parecidas. Que hacerlo con menos material o en una estación más dura tenga más categoría. También es importante tener en cuenta que el paso del tiempo puede hacer que una actividad que fue alpina deje de serlo o lo sea menos.
Una forma de vivir
«Como todos los momentos difíciles de mi vida, estas experiencias han reforzado mi convicción de que escalo para mí y para nadie más. A veces las distancias se desvanecen, y entonces es fácil quedar atrapado en la realidad de los demás. Al final la escalada es lo que amo, es mi expresión de la alegría. Todo lo demás no es más que viento». Sthep Davis.
«Si verdaderamente amo algo, ¿no sería indigno sucumbir al miedo que me aparta del objeto luminoso de mi deseo? Éste es el origen de mi naturaleza de alpinista». Voytek Kurtyka.
Alpinismo es una forma de ser o de vivir para algunos; «un asomarse al abismo de la vida para saborearla» que diría Walter Bonatti. No somos alpinistas, esté es un ideal a alcanzar a través de las diferentes escaladas que afrontamos a lo largo de la vida y que nos hacen alpinistas. La frontera de lo imposible personal es la que hay que cruzar en cada ascensión.
¿Qué es alpinismo?
«La opción mínima». Mick Fowler.
Alpinismo es, en definitiva, aquella actividad que exige habilidades físicas, técnicas y psíquicas para superar las dificultades del terreno de montaña por nosotros mismos con los menos medios posibles, esto aporta un importante componente de incertidumbre y compromiso.
No es el qué, sino el cómo.